Foto tomada de palabrasquesegastanconeltiempo.blogspot.com |
“¡Esto fue suficiente!”, pensó Ana luego de recibir públicamente unos fuertes improperios adobados con el tono más violento que le conocía a su pareja. En ese microsegundo, ella sintió que la situación había atropellado a su alma y que los testigos de la escena habían notado su cara pálida que lentamente se ruborizaba.
Ya había soportado humillaciones, gritos, insultos, y hasta algunos manotazos, incluso delante de sus propias hijas, pero nunca antes se había percatado que estaba sucumbiendo ante la agresión.
Ese hombre al que ella quiso de forma abierta y desmedida, ya no era el mismo. Y ella lo sabía perfectamente. Hace tiempo que aquellos brazos que una vez la hicieron sentir querida y le ofrecieron la protección que no había encontrado en el pasado, se habían convertido en dos cuchillos filosos y punzantes, llenos de sorpresas ingratas.
Hoy, al fin vio su rostro ante el espejo del desprecio, notó su cuerpo pisoteado por el que un día le dijo que la amaba y que ahora la utilizaba como la ficha mágica que le proporcionaba los poderes que lo convertían en el “super-macho”.
Fue cuestión de segundos para que esa escena bochornosa la embriagara con la hiel de su condición de agredida. Con su cabeza gacha, sin articular palabra alguna, Ana supo que este era el principio del fin, mientras el dolor empezaba a acalambrar sus músculos.
“Definitivamente, esto se está saliendo de control. Pero, ¿qué voy a hacer?”, meditaba mientras sentía que sus pensamientos bailaban como un trompo descontrolado y sus pies adquirían el peso extra de una o dos toneladas, tal y como si un pantano espeso de lodo y algas los estuviera devorando lenta e irreversiblemente.
Tenía muy claro su deber de decir “adiós”… Pero, ¿cómo pronunciar esta palabra cuando no se tiene nada en la vida más que dos bocas que alimentar y una gran valija llena de carencia de amor propio y ninguna esperanza en el futuro?...
… Efectivamente, Ana dijo “adiós”, pero en pocos días, nuevamente se le vio de la mano de la sombra que la inutilizaba y que la convertía en una simple marioneta al servicio de un cobarde machista.
Katmarce--
En situaciones así, lo mejor es el adios.
ResponderEliminarSaludos
Hola Kat
ResponderEliminarDejando saludos en tu submarino :)
Que difícil este tema , machismo , tan común en la sociedad mientras que se proyecta en los hombres las mujeres cree crían a estos hombres tienen igual responsabilidad. Puede que sea por miedo o por falta de amor propio, la dependencia o presión son factores también. Pero que difícil es romper el silencio y decir ya no más definitivamente. La vida es lo que se juega, porque al vivir esto día día simplemente se vive en muerte.
Ya respondí en mi blog :)
Este relato me hace pensar la realidad difícil que es para nosotras las mujeres el decir adiós a un hombre, a ese hombre que nos llenó la panza de maripositas, y luego convirtió nuestro jardín en un pantano. Es sucia farsa estar con un hombre que no lo ama a uno,justificar ese adiós es muy difícil, pero hay que hacerlo es parte del renacer,sacar ese amor de madre, de esposa, de amiga, de confidente, de MUJER para decir Basta, Bye, Adiós, Pierdete...
ResponderEliminarSigo pasando kat, yo leo sus entradas siempre unas cuantas veces más.
Opa !! ya hay nuevo ... más tarde paso a leerlo con la calma debida!! :)
ResponderEliminarEva: Pues sí, eso es lo mejor, aunque para algunas no es tan fácil.
ResponderEliminarJazzography: Gracias por tu visita. Muy ciertas tus palabras y algo compleja esta situación.
Jeca: Hay casos de casos, pero en algo tienes razón. Es necesario aprender a decir adiós para renacer.
Fran: Pura vida :)
Hola Katmarce, estuve viendo tu blog y la verdad que me gusta mucho tu estilo. Tengo un blog en donde generalmente invito a otros escritores a dejar algo suyo sea en forma de verso o prosa. El blog se llama "Las promesas conservadas" y la verdad que me gustaría contactarte para que puedas escribir. Te dejo mi mail para que me quieras consultar. julianmmarcel@gmail.com
ResponderEliminarAbrazos desde la Argentina
Es que es muy jodido cuando en la ecuación hay que resolver varios factores. Mucha gente piensa en la cuestión económica como un punto que orbita alrededor de las relaciones. Y yo no puedo estar más en desacuerdo. Es algo central, determinante.
ResponderEliminarEn el mundo de hoy, y supongo que en el de siempre, si dos seres humanos toman la determinación de unir sus vidas en lo que podríamos llamar " proyecto familiar ", actuando responsablemente tienen que pensar en las condiciones en que se va a desarrollar ese proyecto.
No concibo a alguien que le diga a la esposa que la ama y que a la vez no se esfuerze por sacar adelante a su familia. Esa es una forma de desamor. Y aún más canallesco, como lo expone Kat, es utilizar el factor económico como medio de chantaje, para ocultar o maquillar otros tipos de violencia.
Por eso es que nos urge hacer conciencia en nuestras niñas y jóvenes de que, aún casadas y con hijos, deben depender lo menos posible de cualquier carajo. Desde todo punto de vista.
Bien expuesta la complejidad de la situación, por más que los sentimientos estén claros.
ResponderEliminarSaludos blogueros
Kat: me gusta ver cómo crece su blog. Tiene vida.
ResponderEliminarKat: Esta entrada y su texto es un discurso bastante dicho, poco novedoso y reiterativo en sí mismo. No quita: igual se tiene el derecho a escribirlo para mantener el dedo sobre la llaga con el asunto de la agresión humana, en este caso del hombre a la mujer. El texto mejora literariamente en su segunda mitad, con el tratamiento del tema, pero no se le quita el aire de discurso que tiene, con su excesiva función apelativa (convencer al lector de algo, apelar a eso casi de manera forzada) y una intromisión fatal del escritor en el texto, al final, al subrayar "cobarde machista". ¿Qué quiso Kat con este texto? Si discurso, pasa; pero si pretendía creación literaria o narrativa, es un gran paso atrás con respecto a otros de sus escritos, aunque se leen algunas figuras literarias interesantes (símiles). Kat: perdió usted toda sutileza literaria. Se lo digo con mucha amistad, si prefiere que no se lo escriba aquí, solo dígamelo.
En la entrada anterior, usted me pregunta por qué la insistencia con esta frase:
ResponderEliminar"Nada es más difícil que la franqueza y nada es más fácil que la adulación" (Feodor Mijailovich Dostoievski).
En este caso, lo que abunda no daña, pero la frase no la traigo a colación por mí, sino para que tenga cuidado con los comentarios elogiosos que tanto corren por los blogs: los hay sinceros y los hay que no.
Puse una entrada nueva; le recomiendo esa obra teatral.
Hola Julián: ¡Qué honor!... Te escribiré muy pronto para que nos pongamos de acuerdo. Gracias por tu invitación :)
ResponderEliminarCanaado: Como vos apuntas, es de suma importancia transmitir estos mensajes a las nuevas generaciones, es la mejor forma de ir erradicando la violencia intrafamiliar. Gracias por tu comentario y tu visita :)
José Antonio: ¡Bienvenido! Gracias por tu comentario y saludos blogueros para vos también. Espero sigas acompañándonos en este viaje.
DW: Como siempre, es un placer sus comentarios y su puntual lectura a mis entradas. Tomo en consideración sus comentarios ;)
DW: Por supuesto que entiendo lo que trata de decirme con lo de la frase. Yo estoy consciente que me falta muchísimo para ser como Gabriel García Márquez jajajaja... Pero me complace saber que quienes pasan por acá, les interesa leerme, comentar e incluso, mis textos les genera diversas emociones. Eso es muy importante y novedoso para mí.
ResponderEliminarSaludos,
Estimada Katmarce!
ResponderEliminarPues mira, tengo una amiga que pasa por una situación parecida, casualmente del mismo nombre....
Coincido con don Wílliam, creo que es mejor que el usuario tome un bando en la situación sin que la lectura se lo sugiera, pienso que si fuera una noticia de la vida real en la página de La Nación habrían comentarios que la culpan a ella a él o a ambos....
Me gustó mucho eso de que estás contando la historia al revés primero el adiós y luego el adiós a medias... :)
Que tema tan dificil, una no sabe que motiva a esa mujer a seguir sufriendo. Sera temor, sera falta de amor propio, sera falta de amor a cualquier cosa, sera ignorancia, dependencia? en fin, hay muchas razones y muy pocas respuestas claras. Por mi parte deseo que esas mujeres descubran su razon y que esos hombres descubran para que fueron creados, algo muy lejos de un supermacho!!!
ResponderEliminarNo estoy del todo de acuerdo con will pero es que es posible que katmarce quisiera hacer un documento y no un cuento, pero si quiso hacer un cuento entonces pues sí estoy de acuerdo con will.
ResponderEliminarA quienes quieran tengo nueva entrada.
Saludos katmarce desde Guatemala donde me encuentro ahora.
Decir adiós es tan difícil, uno puede tener argumentos, ideas masticadas, pero a la hora crucial, no sale una palabra tan sencilla.
ResponderEliminarHattori
Hattori a lo que no le puede decir adiós es a los chicharrones.
ResponderEliminarTodavía...
ResponderEliminarno se me quita el mal sabor de...
lo ingrata que eres...
espero que me quieras...
por lo menos...
más que a Pericles...
Fran: Momentos difíciles para tu amiga y si no toma la decisión la vida se podría convertir en una pesadilla.
ResponderEliminarJeka: Exacto, como vos lo decís, son muchos componentes los que se mezclan acá. No hay una receta única :S
Casandra: ¡Qué bueno verte por acá después de tanto tiempo! Iré a visitarte en un rato.
Hattori: Hay despedidas de despedidas...
Chismi: ¿Por qué ingrata?... Me sentí muy halagada con tu poema :)
Kat, hola, gracias por los comentarios dejados en mi blog.
ResponderEliminarAhora que leo el reclamo sentimental de Chismiticos, acato que hace rato no sé nada de Frank Ruffino, ¿y usted?
Por cieto, estuve con Pericles en el cine y me habló de usted, ojalá Chismi no se entere de su amistad "tuitera" con Pericles (¡ja, soy carbonero sin vender carbón!).
ResponderEliminarTotalmente DW!!... El Ruffino debe estar viviendo las mieles de algún amor... Esperemos que no se haya olvidado de sus amig@s bloguer@s. Esperemos que Chismi tampoco nos abandone, porque sino ya serían 3, incluyendo a Frank y a Pericles (a quien solo lo veo en Twitter)
ResponderEliminarJajajaj... Me preguntó Pericles que si iba al "Tren de la Medianoche"... Pero diay, no estaba dentro del selecto grupo invitado :P será en otra ocasión la que toque conocernos...
ResponderEliminarKat amiga:
ResponderEliminarApenas pueda vengo a ponerme al día con tus bellos y profundos escritos.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
¿Qué es el tren de la medianoche?
ResponderEliminarWill: ¿Ese tren de medianoche no es el que termina descarrilado a la mañana siguiente?
ResponderEliminarFrank: aquí lo esperaremos pacientemente :)
ResponderEliminarDW: ¿O será el tren que a algunos nos deja en la medianoche de nuestras vidas?
Pues... igual me quedo sin saber qué es el tren de la medianoche.
ResponderEliminarA mí si me ha gustado la entrada, a pesar de que no es lo que estamos acostumbrados a leer de Katmarce, es un tema difícil de abordar y ella ha logrado describirlo de la mejor manera.
ResponderEliminarAh! se me olvidaba ¿De qué me perdí? Yo también quedo sin entender que es eso del tren...
Besos,
Hola Sianny: Gracias por pasar. Ciertamente con esta entrada he aprendido de las críticas que me han hecho, todas quedan anotadas para los próximos textos -espero-
ResponderEliminarMirá, eso del tren... No sé, DW está hablando muy profundamente. Sé que tiene relación la peli de Woody Allen, pero no lo termino de entender, tal vez es porque no la he visto aún.
Saber a quien y por qué se le da otra oportunidad forma parte del acierto o de la equivocación.
ResponderEliminarEl libro de los gustos es un libro en blanco, a mi personalmente me ha parecido una denuncia muy poderosa con un final, desgraciadamente, de lo mas real. Salu2.
Kat, me gustó la segunda parte. Concuerdo con DW con que es mejor cuando el narrador es imparcial, pero el que no lo sea no lo veo como un error, sino una elección tuya.
ResponderEliminarSobre la frase de DW sobre la adulación me parece que el problema con eso es que esa frase asume los motivos personales de cada quién para dejar un comentario. En mi caso al menos, cuando no tengo nada bueno que decir prefiero no decir nada que adular algo que realmente no me gustó y no me movió ninguna fibra.
Kat, de pronto y tenga algo que contarte! jajaja
Leyendo algunos comentarios no me parece que se tenga que ser imparcial como narrador, y menos como lector. La violencia contra la mujer se tiene que decir como es, no hay que adornarla con palabras bonitas, o contextos abstractos como suponen algunos, si me equivoco, corrijanme.
ResponderEliminarP.D. Kat a ust. que le gusta el 'buen' humor deje nuevo comentario en donde su amigo Samurai
Gordinflas: Siempre es un placer verte por estas aguas. ¡Cómo nos equivocamos muchas veces en dar segundas oportunidades!, verdad?
ResponderEliminarHaze: Me dejaste picada, qué será lo que de pronto queries contarme??
Jeca: Yo tampoco pienso que haya imparcialidad en los textos poéticos y menos los de opinión. Siempre hay intenciones, pero creo que Don William se refería a la estructura y la definición de la misma... Tendremos que esperar que nos comparta más este estricto profe.
Saludos a tod@s, siempre alegran este viaje!