sábado, 16 de marzo de 2013

QUE NO ALUMBRE TANTO AL SANTO, NI LO QUEME

Imagen tomada de nube-agua.blogspot.com
“-¿Sabe qué?... Usted  me cae mal por agazapado… Esa vara de estar intercambiando miraditas y sonrisitas con esa chavala no me cuadra. Yo ya la enjaché a ella, así que párela.”

“-¿Yo qué hice?”… Contesta el hombre con un tinte de sonrisa cómplice e incómoda en su tono de voz…

Mientras tanto, yo venía mirando por la ventana del bus, en un asiento adelante de esa folclórica pareja, con la menor intención de siquiera mirarlos con “el rabo del ojo”… ¿Se imaginan qué hubiera pasado si la chica me “pescaba”?... Yo sí, y mejor me evité un momento incómodo.

Pero mientras la mujer seguía con el “tele-lele” y el hombre trataba de ignorarla, la verdad es que la conversación me hizo pensar un poco en la situación del agazapado y la celosa. En lo personal, no me parece apropiado tener una conversación de ese tipo a plena luz de una audiencia “buseril”; pero al menos esto me dio pie para traer el temita a las aguas fértiles de discusiones de este Submarino.

Como dice mi mamá: “que no alumbre tanto al santo, ni lo queme”. Creo que lo importante es conducir con moderación y equilibrio. El respeto en una pareja es la base para que estas situaciones se puedan manejar de la mejor forma. Si el tipo quiere andar de picaflor, perfecto, entonces lo ideal sería que se mantenga alejado de relaciones serias para que haga a sus anchas lo que bien tenga en gana. Y si la mujer tiene que andar cuidando al chico porque intercambia miradas fogosas con otras… Vamos mal… Con un “jaloncillo de orejas” (y no una escena pública), él debería percatarse de que el asunto ya se está pasando de la raya.

Estoy consciente que hay personas muy atractivas en la calle y, ¿por qué no mirarlas simplemente como se contemplan unos bonitos zapatos caros en un aparador?... Si existe respeto en una pareja, creo que el complemento ideal de este cocktail es la confianza de parte de los dos. Pero… Ojo… Tampoco el abuso… Que no se confunda la “gordura con la hinchazón”, como decía mi abuelita... ¿No les parece?

Katmarce--