Mira el
reloj… La tensión aumenta en la misma proporción de espacio que el bus avanza
entre un acelerón y una frenada. La
paciencia empieza a abandonarlo, mientras respira profundo y se pasea las manos
por el mentón de barba corta… Vuelve a echarle una ojeada al reloj y no ha
pasado ni un minuto desde la vez anterior, pero el tiempo es corto cuando se
acercan las 7 de la mañana.
La última
parada está a escasas dos cuadras, el tráfico no da tregua y el progreso es
poco. Se mueve incómodo en su asiento y vuelve a ver hacia la puerta trasera como si fuera un prisionero que mira
hacia el cielo azul entre los barrotes. Hay gente entre él y la salida… Otra vez regresa a su reloj y confirma que
falta un poco más de 10 minutos para las 7. Es posible que el chofer descargue
a la gente antes de la parada. Toca el timbre para ejercer presión pero no pasa
nada.
El bus
avanza un poco más hasta que el conductor abre las puertas y permite la salida. Él corre rápidamente a la puerta trasera. Baja las gradas y lo recibe una torre de
desperdicios de la soda de la esquina. Tal parece que los recolectores de
basura no han hecho sus labores matutinas en protesta por un aumento de salario
que no ha llegado.
Llegamos a
San José… “¡A 100, a 100 el nacatamal!”…
“¡Lleve, lleve los gemelos, chances,
tiempos!”…
... Y mientras
camino hacia mi destino con el recuerdo de este viaje tempranero en transporte público, me
pregunto si a los conductores que utilizan las arruinadas "rutas alternas" para atravesar la
ciudad, haciendo maromas para evadir el cierre en la autopista de circunvalación provocado por el hueco producto de las lluvias, se
sentirán tan estresados como el muchacho de reloj grande y gorra negra que bajó
del bus de primero hacia una ciudad algo colapsada por el mal
mantenimiento de las vías nacionales y por un clima que no tiene piedad, ni misericordia.
Katmarce—
Hola Kat...
ResponderEliminarQué intensa esa actividad y la narras de forma que uno se siente ahí... de veras que el transporte público en estos días es casi un deporte extremo.
Es casi increíble que en esta era que vivimos de tanto avance y vanguardismo, pasemos penurias dignas del medievo por una cuestión de infraestructura vial.
Ojalá que el gobierno entrante entienda que esto tendrá que ser prioridad si es que quieren pasarla mejor que Laurita!
Un abrazo!
C.
Gracias por la visita, Charlie. La actividad de las mañanas y la tensión que nos acompaña en estos días algo caóticos, realmente es intensa y algo preocupante... Las personas se vuelven menos tolerantes y el agobio puede terminar en situaciones tristes, como el pasado asesinato por una disputa en carretera... Muy lamentable y, en lo personal, me impacta sobremanera :-(
ResponderEliminarCon ese comentario suyo repaso las tragedias de los últimos días....lamentable. Creo que los choferes de buses tienen el más ingrato de todos los trabajos, Mes a mes, semana tras semana, día a día, segundo a segundo, la misma ruta, las mismas paradas, la misma gente con algunas variantes, los mismos olores reconocidos de los perennes basureros de San Jose, en la misma posición 12 horas diarias. ¡Que importante seria que los dueños de las líneas autobuseras se preocuparan por darles algunas herramientas a estos señores de como lidiar con el estrés. Y hoy la situación se ha agravado con el cierre de tan importante vía. Saludos Kat, bonita forma de adentrarnos en lo cotidiano
ResponderEliminarGracias por la visita, Ana. Concuerdo con vos, ese trabajo debe ser bastante monótono, super estresante y, para peores, mal pagado :-( Importante sería ese detalle que sugieres, yo con mis travesías para llegar y salir a mi trabajo, quedo en un estado, que mejor ni te cuento... Saludos!
EliminarCon un tono mucho más cómico, Edgar Espinoza también se refiere a este tema que tanto nos preocupa: http://www.crhoy.com/san-jose-de-infarto/
ResponderEliminarHace rato que te había leído, Kat, y quería comentar. Cómo me he identificado con este texto.
ResponderEliminarMuchas veces los choferes de bus están siempre a la defensiva y son malcriados aunque uno sea amable con ellos; como si todos los fueran a tratar maleducadamente. Otros que siguen las reglas al pie de la letra porque, seguramente, la gente los ha denunciado por no parar en los lugares establecidos o cosas por el estilo.
He tenido suerte de toparme con varios término medio, que no les hablas de nada pero entienden la prisa que uno puede llevar por lo que buscan el mejor lugar para bajarte, aunque no sea permitido.
Es como todas las cosas en la vida: hay que buscarles un buen balance.
¡Saludos!
Hola Sergio: Tengo pendiente ir a visitarte para tu entrada de Breaking Bad :) en cuanto termine de ver los últimos capítulos me doy la vuelta jeje!!
EliminarGracias por tu visita... El tema de los choferes es todo un caso, como vos decís, los hay de diferentes sabores y colores. Es toda una suerte encontrarse con uno amable. Yo al menos me conformo con los que no te tratan mal y se esperan a que bajes a la acera para acelerar el bus...
Saludos,
¡Qué bien refleja Katmarce, aquí, no solo una situación física (lo que sucede), sino además una situación emocional (lo que se percibe: la percepción como enlace de causa y efecto en los acontecimientos que, para otros, pasan inadvertidos!). Muy bien, amiga, le sigue usted bien el ojo a la huella. Saludos. Perdone el atraso.
ResponderEliminar¡Bienvenido, DW!... Ya estaba extrañando su visita. Saludos,
ResponderEliminarKat, le cuento que puse una nueva entrada por si quiere pasar y dejar su Sentir. Un abrazo ¡¡
ResponderEliminarMuy bien narrada esa escena cotidiana estimad Katmarce. He sentido y padecido en mis carnes la tensión casi angustiosa del momento. Ah los madrugones de esas mañanas de trabajo... me deprimen jejeje.
ResponderEliminarTe cuento que, tras finalizar mi libro, he reabierto mi blog. Y te invito a que, si lo deseas y encuentras tiempo, te pases y aparte de ver mi nuevo rostro, leas algunas de las nuevas historias.
Veo que hace ya tiempo que no publicas. me parece bien hay que tomarse con calma lo de los blogs. No pueden ocupar toda nuestra vida.
Un gran abrazo!
Hola Josef: ¡Qué bueno que vas a retomar tu blog!... Me daré una vuelta... Pues sí, yo tomé la decisión de tomarme este proyecto con calma. Me gusta escribir cuando encuentro la inspiración, sin sentirme presionada. Trato de publicar algo nuevo una vez al mes, al menos.
EliminarUn abrazo y gracias por pasar!
Katmarce, amiga, hola. Le dejo aquí esta respuesta a su visita a mi blog (copio y traigo). Dice:
ResponderEliminar*Katmarce:
Ojalá vayas a ver "Por las plumas", no le ha ido tan mal. De hecho aún sigue en cartelera, cuando otras películas costarricenses solo duran, a lo sumo, una semana. Saludos.
Me recordó lo maravilloso que es viajar en bus este post. Ya casi no lo hago, pero, solo para no olvidar tengo ganas de irme en hora pico al trabajo. Saludos
ResponderEliminarHágalo en tren, amigo.
EliminarEl tren es una excelente opción, de hecho :D :D Saludos, chicos!
EliminarSaludos.
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