¡Hola
pasajeros de aguas profundas!... En esta primera entrada del año quiero
presentarles a mi invitada super especial: la que yo llamo “hamburguesa del
Parque Central”…
Esta es una
de las comidas rápidas favoritas de esta Sargenta y su familia. Desde que mi
memoria me permite visualizar los días de mi niñez, recuerdo que el pasar por
el Parque Central de San José siempre ha sido sinónimo de ser atrapada por el particular
olor de estas legendarias hamburguesas, salido de una pequeña cocina ubicada en
un puestito que aún permanece en el mismo costado oeste del Parque, a la par de
donde antes estaba el conocido Centro Sport. Hoy, sigue en ese mismo local,
pero con otros acompañantes a sus lados.
¿Qué hace
especial a esta hamburguesa para que sea la protagonista de esta entrada?...
Sin querer quitarle el trabajo al Sartenista, conocedor experto de
bocados, bocadillos, bocas y demás manjares; les cuento que esta hamburguesa
tiene la magia de mantener el mismo olor y sabor a través de los años. Es
delgada, con una torta bien nutrida de carne, buen tomate, lechuguita fresca, quesito,
yo la prefiero sin cebolla y, lo más importante, una salsa única que le da ese toque
especial.
Aunque por ahora este tipo de comidas está restringido para mí, es difícil
no dejarse tentar por mi invitada especial. Estoy convencida que mi fascinación
por esta hamburguesa va más allá del gusto, pues siempre la acompañan gratos
recuerdos de tiempos pasados, paseos sencillos y cálidos domingos soleados de misa con mi
familia y de “play” con mi hermana... Definitivamente, ese debe ser es
el ingrediente de oro que la hace incomparable e irresistible a mi paladar.
¿Ustedes tienen alguna comida que les evoque memorias agradables?
¿Ustedes tienen alguna comida que les evoque memorias agradables?
Katmarce—