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Imagen tomada de www.conplumaypapel.com |
La
consciencia deambulaba entre el aquí, el ahora, el allá y el pasado. No era su intención, solamente bailaba entre
las olas de un sueño profundo atraído por un accidente con daños irreversibles.
Algunas veces escuchaba a quienes en vida fueron personas cercanas y otras
veces percibía la preocupación de los doctores por su estado de salud.
No había
diferencia entre los días y las noches, los minutos y las horas, las semanas o
los meses. Era un estado permanente de
ir y venir, sin control del tiempo, ni el espacio. Una dimensión donde los sentimientos
dolorosos no existen, ni mucho menos las penas terrenales que tanto acosan a
los humanos en vida.
La
incertidumbre era una compañera constante; sin embargo, existía una única
certeza latente: el pasaje adquirido era de una sola vía y esto era tan inequívoco
como el trazo seguro de una máquina de costura guiada por la mano de una
especialista en estos menesteres.
En algunos momentos de esta inconsciencia a medias, la cama bajo su espalda se sentía algo suave pero incómoda, pues ya había adquirido la forma de sus huesos, perdiendo el confort característico de las noches de sueño plácido en la que fuera su casa.
A ratos llegaba el olor de flores marchitas mezcladas con medicamentos, otras veces, el fresco de la ventana abierta venía acompañado de recuerdos de tierra mojada, pastos verdes y árboles tambaleantes.
Un día (¿o noche?) sucedió que el cuerpo adquirió un peso inusual. La respiración era forzada y mucho más pausada de lo normal. Quizo decir "adiós, los veo en un rato", pero las palabras se ahogaron en unos labios endurecidos por el tiempo. Su transporte hacia un mundo incierto había llegado. La oscuridad envolvió su espíritu, mientras el camino que debía seguir se iba iluminando paulativamente... Ella lo miró tranquila y simplemente se dejó llevar por su trayectoria...
Katmarce--
Gracias por compartir esta historia. Algún día todos abriremos esa puerta hacia lo inevitable.
ResponderEliminarMuy hermoso el relato.
Un beso,
Gracias por tu visita Mariana. Un gusto. Saludos,
EliminarQué pasa, Almiranta ? Pasa la Calaca por algún lado cercano ?
ResponderEliminarYo espero que no jejejeje... Saludos!!
EliminarInteresante el texto, bien llevado, no se pierde el pulso por ninguna parte.
ResponderEliminarComo soy un necio del lenguaje, no olvide que –en español– los signos interrogativos y los de admiración van, igual, al principio y al final de una expresión:
¿o noche?
Hola DW!!... Gracias por sus comentarios. Tiene razón con lo de los signos de interrogación, ya hice la corrección :) Saludos,
EliminarKATMARCE, me gustaría hablemos, de verdad estás creciendo en el arte de la recreación con la escritura, mas no todo se puede o debe escribir aquí.
ResponderEliminarKATMARCE: me reí mucho en el blog del burro y su cola, el de YECA, con lo del rock y su reacción (la de usted, KAT), así que ahí eché carbón y ahora YECA también. Por cierto, ella puso fuentes ahora, ya que usted la regañó. En fin, me reí bastante con el tema, apenas para que lo vea Víctor Fernández.
KATMARCE, ¿NO QUE USTED ES ROMÁNTICA?, PERO NO HAS VENIDO A MI ENTRADA DE PELÍCULAS DE AMOR Y YA MAÑANA LA CAMBIO. NOMBREEEEE, ¿CÓMO NOS VAMOS A QUEDAR SIN SU COMENTARIO? POR FAVOR, AMIGA. CLIC, CLIC, CLIC EN MI NOMBRE ARRIBA, CLIC, CLIC, CLIC.
ResponderEliminarJAJAJA... ya los visito... A mí también me gustaría que habláramos, hace rato que no conversamos. Saludos,
EliminarKATMARCE:
ResponderEliminarLEÍ SU COMENTARIO EN MI BLOG, CREO QUE A USTED LE GUSTAN LAS PELIS DE AMOR, PERO DE LAS MÁS RUDAS, ESTILO "BLADE RUNNER".
Tampoco ;)
EliminarHola Kat
ResponderEliminarMe escapé un momentito para venir a leerla.
Es una historia de vida muy sentida, si pudieramos hablar después de muertos que montón de cosas maravillosas se dijeran de esos ultimos momentos.
Saludos!
Hola Jeca: Es correcto, es una lástima que nos sea imposible compartir nuestras experiencias del más allá, con los del más acá... Saluditos!!
EliminarINCREIBLE... SINCERO...
ResponderEliminarGracias, Danny :)
Eliminar¡Esoooooo, Katcitaaa!... Mirá, ¿y quién mete al Gui, Gui, dando clases? Preguntáme a mí y yo te afilo, en cuanto a la escribidera que llaman. Por cierto: no se dice "entre más", sino "cuanto más"... Decir "el día de ayer" o "el día de hoy" es una absoluuuta redundancia; es hablar mal... "Vuelvo a reiterar": oootra redundancia és... "Primero que nada" está mal dicho; se dice "Antes que todo". Y... eso es todo por hoy, Kat... Son 20mil pesos, por la clase, eso sí.
ResponderEliminarGracias por tus aportes, Peri... Luego te cancelo el servicio ;) Saludos!!
EliminarKat, muy curioso tu texto esta vez... bastante ambiguo, al menos para mi.
ResponderEliminarMe disculpo por que te haya escrito tan abiertamente la entrada, lo escribí a la carrera como dos días luego de que terminara y sobretodo por honor a la serie que me entretuvo tanto, ojalá la puedas terminar y me dices tu opinión final.
Por ahí tengo nueva entrada a ver que me dices de esa, si tienes alguna opinión propia.
Saludos
Gracias por tu visita, Sergio. Un día de estos me doy la vuelta por tu blog para ver las novedades.
EliminarEscribís lindo mi linda amiguita y gracias por venir a mi blog,
ResponderEliminara mí me viene muy poquita gente y no sé qué hacéis vosotras y vosotros para que os llegue tanta gente
y creo que ya debéis tomar un estilo definido que veo que giráis distinto en las entradas vuestras.
Hola Pochis: No sé por qué noto cierta familiaridad en estos comentarios, ¿será que estoy sospechando su identidad? jejeje... Saludos!!
EliminarHola, ¿Cómo puedo ponerme en contacto contigo? mi dirección es ecaballos@gmail.com.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Enrique: Y en qué te podré ayudar??... Saludos!!
EliminarEs un cuento, o es una anécdota reescrita?
ResponderEliminarSaludos y ya pasé por donde el señor Canaado, pero está dura la tarea.
facebook.com/sartencaliente
Como diría DW... Lo dejo a su imaginación ;) Gracias por la visita Samurai...
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