sábado, 12 de abril de 2014

UNA PRECIADA COMPAÑERA


Reserva Biológica Lomas Barbudal, Guanacaste, Costa Rica
Sentada aquí, en la cima de una piedra porosa, con el agua hasta los tobillos, entre los árboles y pájaros que habitan en este río iluminado por el sol de la tarde, disfruto de tu compañía cristalina, suave, refrescante, alegre, intensa y vital.

Al principio, en la escuela me decían que tu presencia era inagotable. Hoy, ya sabemos que eso es una utopía.

El sol de verano cada vez se vuelve más inclemente y sus rayos te abrazan con tanta fuerza que te evaporan como un suspiro profundo. Probablemente aún falte mucho tiempo para experimentar tu extinción; sin embargo, en nuestros días ya resentimos las limitaciones de tu ausencia. Una ausencia que a veces me parece manipulada por algunos que quieren favorecer a otros, a costa de quienes sufrimos prolongados recortes diarios de tu estadía en casa.

En esos momentos de racionamientos obligados, pienso en el día en que ya no estés aquí con nosotros. Seguramente será un acontecimiento aún más devastador que la misma furia de tu abundancia y también será el inicio de una nueva era para nuestra humanidad, justo cuando finalmente te eleves, etérea y transparente, en un viaje sin regreso hacia la atmósfera y más allá.

Katmarce--