Es
admirable la capacidad creativa de algunas personas, e incluso, la extraordinaria
facultad de adelantarse a su época… Precisamente, estoy terminando de leer la
Trilogía de la Fundación de Isaac Asimov y no dejo de admirar el don que tenía este
gran escritor.
Leyendo un
poco en Wikipedia sobre
él, me doy cuenta de su gran influencia. Fue científico y un prolífico autor de
libros (dicen que escribió más de 500 obras), tanto novelas de dicho género,
como otras concernientes a temas científicos, pues su profesión como bioquímico lo
hizo estar muy familiarizado con la ciencia.
Me parece
muy interesante el dato de que el diccionario inglés de Oxford le da el crédito
al introducir los términos “positrónico”, “psicohistoria” y “robótica”, pues al parecer encontraron su nacimiento dentro de sus obras… Y, bueno, también se
menciona que Asimov fue asesor científico en Star Trek, en los años 70 y 80 y
que fue asiduo en las convenciones de dicho programa de televisión; lo cual me
complace, ya que desconocía que dicha serie estuviera acuerpada con mentes de
este calibre. Este Isaac nació el 2 de enero de
1920 y murió el 6 de abril de 1992, a los 72 años.
En “Fundación”,
“Fundación e Imperio” y “Segunda Fundación” he encontrado una gran historia política
y humana sostenida a través de miles de años. Los libros fueron escritos en sus
inicios como autor de ciencia ficción (años 50), pero estoy segura que pasará
mucho tiempo para que pierdan vigencia, pues hablan de tecnología de avanzada
que probablemente será una realidad en algunos años.
Y es,
justamente, esa capacidad visionaria la que me atrapa en la red de sus letras.
Esa misma que me ayuda a recrear en mi cabeza mundos imaginarios, en ocasiones no tan ficticios, y que además introduce planteamientos y reflexiones sobre el comportamiento humano y sobre un futuro
que tal vez nunca veré, pero que gracias a Asimov puedo explorar como una
posibilidad de lo que podría llegar a ser…
"Para nosotros, la vida es una serie de accidentes que hemos de afrontar con improvisaciones. Para ellos, toda la vida tiene un objetivo y tiene que ser precalculada". Isaac Asimov, Segunda Fundación
Katmarce—