lunes, 27 de junio de 2011

ENTREVISTA DE LENNON ADEREZADA CON MATICES PREMONITORIOS


Toda nuestra vida se basa en una ilusión aceptada socialmente. Lo difícil es verte a ti mismo”… Esto se lo dijo John Lennon a Jonathan Cott, colaborador de entonces de la revista Rolling Stone, 30 años atrás durante la famosa última entrevista que le hicieran a este artista antes de que encontrara la muerte en manos de Mark Chapman.

La transcripción de dicha conversación fue publicada en el pasado mes de diciembre, en la Rolling Stone, con motivo de los 30 años de la muerte de Lennon.  En lo personal, me sorprende que esta charla amena, sincera y reveladora haya sido olvidada por Cott y si no es gracias al trabajo de limpieza que estaba realizando en su closet, las cintas hubieran permanecido ahí por mucho tiempo más.

El extenso artículo es sumamente rico en detalles honestos y algunos pasajes nuevos para mí.  En él se describe a un Lennon simple y complicado a la vez, auto-descrito como un hombre egoísta que muchas veces sentía miedo, aunque afirmaba ya no tener tanto miedo de sentir  miedo.

Precisamente la frase con la que inicio esta entrada, sale a relucir después de que el ex – Beatle admitiera que desde pequeño él trababa de ocultarse a través de la apariencia de un tipo “rudo”, al estilo James Dean, solo para camuflar su misma inseguridad. Fue gracias a Yoko Ono que logró aceptarse y dejó de aparentar.

Yoko Ono, esta extravagante mujer, odiada y admirada a la vez, también hace un aporte hermosísimo a esta entrega conmemorativa de la revista. En su nota escrita el 18 de octubre del año pasado, Ono es explícita en sus sentimientos.  Ella amaba profundamente a su compañero de batallas, tanto así que se enfrentó a la posibilidad de la separación para permitirle a John volver a ser el artista que sus fans reclamaban.  Pero no solo por eso, el desprecio que muchos profesaban por esta unión, la llegó a perturbar y deprimir; sin embargo, Lennon fue su más grande apoyo; fue defendida y valorada por él hasta el último día de su vida.

En la entrevista, John vislumbraba un futuro lleno de proyectos por cumplir.  Se habló de la posibilidad de salir de gira con Yoko e, incluso, ¿porqué no?, tener un programa de televisión juntos... “Pero aún hay tiempo”, decía. Luego la conversación se encamina a un pasaje curioso de su vida, cuando un astrólogo inglés predijo que él iba a vivir fuera de Inglaterra y la nota finaliza con un párrafo que llama la atención y el cual me permito transcribir de forma textual:

Sé muy bien que cada quien fabrica su realidad y que gozamos de libre albedrío, pero quizá hay algo de predestinación en todo esto. ¿Existe siempre una bifurcación en el camino, y acaso los dos senderos que se te presentan tienen que ver por igual con el destino? Puede haber cientos de senderos, podemos tomar uno u otro –existe una elección- pero en ocasiones todo es tan raro”, comentó John en aquel momento.

Me parece que Jonathan quiso dejar entrever en su artículo alguna broma cruel del destino, un halo de fatalidad que envolvía los últimos días del ex – Beatle, un aderezo que condimenta este valioso y nostálgico material, sobre un artista de 40 años que apenas empezaba a retomar su carrera musical desde una perspectiva más personal y madura… ¡Lástima que no hubo tiempo para ver su desarrollo!

Katmarce—

lunes, 20 de junio de 2011

LAS CHICAS TAMBIÉN PUEDEN SER “RUDAS”


Lisa Kelley demostró que ser una camionera también es asunto de mujeres. Esta chica “ruda” de 30 años de edad, creció en Alaska y, actualmente, además de ser una de las pocas “camionera de hielo”, es la única protagonista femenina de la serie de The History Channel “Rutas Mortales: Himalaya”.

Tengo que ser honesta, desde hace bastante tiempo sabía de la serie “Camioneros del Hielo” y nunca me había llamado la atención siquiera ver uno de los episodios. Sin embargo, un fin de semana de estos me dejé capturar por la maratón de este remozado espacio y me hice fan al instante.

En cada capítulo de “Rutas Mortales” se ponen a prueba las habilidades de tres experimentados camioneros norteamericanos (Lisa, Rick y Dave) al tratar de conquistar rutas extremas ubicadas en la cordillera del Himalaya y algunas carreteras de la India.

Estos trayectos son conocidos por ser los más mortíferos del planeta, según lo indica la página de internet de The History Channel, ya que los lugareños tienen una forma poco usual de manejar, donde las señales de tránsito son un mito legendario y la ley del más fuerte (el más atrevido o loco) es la que prevalece (¡y yo que me quejaba por los choferes ticos!).

A esto me refiero...
Esto se suma al pésimo estado de estos caminos (que dista mucho de nuestra popular “platina”), caracterizados por guindos mortales, calles estrechísimas construidas artesanalmente a través de montañas rocosas, la existencia de un alto riesgo de derrumbes y la posibilidad del cambio repentino en las condiciones climáticas.

Sin embargo, el triunfo de la serie no solo radica en su relato ameno y tenso durante los peligrosos viajes que deben realizar los camioneros para lograr con éxito sus encomiendas; sino que, además, se comparten interesantes pinceladas informativas de las tradiciones milenarias y el diario quehacer de los habitantes de la India.

Y bueno, en lo personal, me complace mucho ver que una mujer tiene las agallas necesarias para enfrentarse a un mundo tradicionalmente conquistado por hombres, en una región del planeta donde más de uno debe sentirse tontamente ofendido al ver a Lisa dominando un rudimentario camión de carga de cinco marchas.

“Rutas Mortales: Himalaya”. The History Channel. Domingos, 9 p.m.

Katmarce—

viernes, 10 de junio de 2011

TRIBUTO A THE BEATLES REVIVE PASIONES


¿El calor me estaba cocinando o era producto de la emoción?... Creo que fue una mezcla de ambas cosas, pues desde que una semana antes logré comprar mi boleto –y el de mi hermana- para disfrutar del tributo a The Beatles, a cargo de la Orquesta Filarmónica, pasaba contando los días, imaginándome sentada en esa butaca del Teatro Nacional digiriendo lentamente las sorpresivas interpretaciones anunciadas para esa noche del 9 de junio.

Con un amplio repertorio que abarcó un poco más de dos horas y 26 canciones, la velada fue deliciosa en general.  Como era de esperarse, al ser la primera noche de la serie de conciertos, los músicos lucían nerviosos y hubo ciertas fallas, menores, pero sensibles.  Sin embargo, eso no fue motivo para que el producto final quedara opacado.

Kurt Dyer tuvo a cargo la cantada de la mayor parte de las piezas. Al principio, su desempeño escénico era algo rígido, producto del lógico nerviosismo, pero conforme pasaban sus primeras apariciones, se fue soltando y dejó aflorar el entusiasmo a través de su voz algo carrasposa y sexy, según se lo permitía la melodía.

Dignas de mencionarse fueron sus interpretaciones de “I am the walrus” y “Golden slumbers”, temas que sonaron magistrales a lo ancho del recinto, con arreglos muy acertados que hicieron sobresalir toda la maquinaria musical que se apostaba en el escenario.

Otro punto a favor fue el desfile de talentos variados que se dieron cita.  Una María Pretiz terminó de llenar cada centímetro del teatro con su poderosa voz en “Here, there and everywhere”; mientras que la experimentada cantante lírica, María Marta López, me hizo redescubrir el sentimiento y el dramatismo ocultos en “The long and winding road”, un momento bellísimo, finamente aderezado con el impecable acompañamiento orquestal (¡lástima que se le asignó una sola canción dentro del repertorio!)

Eduardo Quesada, cantante del grupo nacional D’Tour, fue otro que se robó el show con su pasión escénica y sus animadas intervenciones en “Day tripper” y “Can’t buy me love”, por mencionar algunas. También es necesario destacar la atinada interpretación de Karla Gutiérrez y su grupo Beagirls, de la canción “Oh Darling!” (¡bien por las chicas!, me encantó la participación femenina en este espectáculo, ¡certeras escogencias!)

Finalmente –y no menos relevante-, Fabricio Walker me deslumbró con el alcance de su tono de voz en “Something”.  Por su parte, Daniel Cobb, Andrea Fonseca, Daniel Patiño y sus compañeros de grupo, también hicieron aportes interesantes que enriquecieron este tributo.

En fin, fue una noche "beatleriana" espléndida y memorable. Al término de la 26ava canción, “Let it be”, se produjo la ovación bien merecida de parte del público y, poco faltó para lanzar el típico “otra-otra-otra”, porque la pasión colectiva que sentíamos por The Beatles, esa noche, era tan evidente, como el calor que nos apretujaba en nuestro querido Teatro Nacional.

Como lo dijo el Sargento Pimienta: "A splendid time is guaranteed for all..."

Katmarce--

martes, 7 de junio de 2011

AL FILO DE UN HORIZONTE SIN FIRMAMENTO


Imagen tomada del sitio rimarimando.blogspot.com
Faltaban pocos minutos para ser las 7 de la mañana. Probablemente el fresco aire matutino y el ruido que se acrecentaba a su alrededor hicieron que el hombre se incorporara de su esquina.  Una pieza de esponja, unos artículos de poco valor en la cabecera de su improvisado dormitorio y una delgada frazada componían la totalidad de su equipaje.

En el momento en que mi bus pasó por el frente de esta escena, el desconocido, de mediana edad, contextura delgada y ropa despojada de color y esperanza estaba doblando su manta de rayas, cual rutina diaria, mientras quién sabe qué cosas le cruzaban por su cabeza.  En ese instante recordé la historia del clan de brujas del pasajero frecuente de este submarino, Canaado, y experimenté su misma impotencia al tratar de encontrar en mi cabeza alguna explicación/solución para esta lamentable circunstancia tan común en estos días.

Especulé en el infortunio que le tocó vivir a este pobre hombre, ¿cuál sería la historia que lo llevó a quedar en la intemperie de la vida, sobreviviendo en las narices del segundo que se avecina, sin expectativa en un mañana, sin alimento que calme sus necesidades y sin tener la certeza de dónde dormir la siguiente noche?.

¿Cuál será la mano que hace girar la ruleta que determina quiénes podrían tener más oportunidades para surgir en la vida y a quiénes les toca atravesar su destino desde los caminos más empedrados, sin muchas veces encontrar la salida? ¿Será un círculo letal del cual no hay escape o las circunstancias se encargan de minar la determinación de estas personas?...

Un par de kilómetros más de trayecto en bus y otra imagen se cruzó en el camino.  Un indigente de similar contextura al anterior estaba tendido en la acera capitalina, boca abajo, parecía más bien sufrir de algún letargo por el alcohol (¿o drogas?, ¿o enfermedad?), y pensé: “diay sí, claro, con tan poco consuelo y tanta incertidumbre en la vida, no los puedo culpar de que recurran a sustancias paliativas para olvidar temporalmente su precaria situación de un horizonte sin firmamento…”

Katmarce--

miércoles, 1 de junio de 2011

EL DR. HOUSE TAMBIÉN VISTE LA GABACHA DEL “BLUES”


Portada del disco
Parece que la afición por la música del personaje del doctor Gregory House está basada en un interés real de su actor. A esta conclusión llegué una de estas mañanas cuando, como es costumbre, encendí el televisor para dejarme despertar y en compañía de VH1 me topé con algo interesante.

Resulta que Hugh Laurie (actor de 51 años, nacido en el Reino Unido y quien interpreta al ácido Dr. House, en dicha serie de televisión que lleva 7 años de éxito consecutivo entre el público estadounidense) también es músico y esa mañana me deleitó con una de sus interpretaciones, la cual, por cierto, no logré encontrar en Youtube.

Tal parece que Laurie lanzó su primer disco el año pasado (2010), “Let Them Talk”, un homenaje al blues de New Orleans y en cuyo trabajo reúne a su propia banda junto con reconocidos músicos invitados como son Robert Plan y John Legend, entre algunos nombres que me son familiares.

El álbum contó con la participación del destacado productor estadounidense, Joe Henry, y junto a este grupo de estrellas, Hugh re-interpreta canciones originalmente grabadas por leyendas del blues de New Orleans, donde se mencionan a Ray Charles, Robert Johnson y Lead Belly.

Para ser honesta, la voz del Dr. House como cantante no me impresiona mucho; sin embargo, me parece que su proyecto musical resulta placentero, en especial luego de escuchar la canción que está disponible de forma gratuita en la página oficial del artista.  Se trata de “Guess I’m a fool” (original de Memphis Slim), una adaptación más entretenida que su versión primera y cuya orquestación me parece más cercana al jazz que al blues -una apreciación muy personal, sin ser yo una experta en asuntos musicales-.

Ahora me queda claro que el Dr. House, además de tener un excelente manejo del humor negro y ser el dueño de un fino sarcasmo gracias a su serie de televisión; también puede convertirse en un artista musical con una propuesta agradable y con una atinada compenetración vocal con el sentimiento melancólico del género blues/jazz. Cuatro pulpos en mi escala oceánica, al menos en esta canción se los ganó.  Juzguen ustedes…

Para escuchar "Guess I'm a Fool":


Para bajar de forma gratuita y legal Guess I’m a fool: http://www.hughlaurieblues.com/
Katmarce--